Todavía recuerdo el sabor del café como me lo enseñaste a preparar.
Recuerdo el color celeste cuando me mirabas esas tardes tirados en la cama.
Hay algunas veces que me acuerdo cuando nos parabamos en la esquina solo para besarnos, y el peso de tu brazo, abrazando mi cintura desacostumbrada a bajar la guardia.
Ya casi no recuerdo el encuentro de almas gemelas, la busqueda incesante a través de los tiempos, del encuentro fortuito y las promesas de amor eterno.
Quiero olvidar el mundo que creamos cuando estabamos juntos.
Saudades saudades, mon amour
miércoles, 19 de enero de 2011
martes, 4 de enero de 2011
el linyera de zapatos bonitos
Siempre esta en el mismo lugar, como todo amo de la calle tiene sus habitos, sentado en la vereda de la farmacia, la esquina de Chacabuco y Entre ríos.
Tiene zapatos de Sr. Linyera, estan lustrados y son negros, resplandecen en las mañanas de sol (tipo 9, mas temprano no).
Siempre que voy a cruzar la calle, no puedo evitar mirar para ver si estan los zapatos negros
Tiene zapatos de Sr. Linyera, estan lustrados y son negros, resplandecen en las mañanas de sol (tipo 9, mas temprano no).
Siempre que voy a cruzar la calle, no puedo evitar mirar para ver si estan los zapatos negros
todo lo verde
El señor de rojo camina lentamente por lo verde, su caminar tiene un compás. Luego se ve su cabeza que se va perdiendo otra vez.
Tiene su silla en la que se sienta todas las tardes, aunque sean las cinco y este nublado, él no se mueve de allí. Parece que le gusta sentarse a contemplar los autos.
Sí, se que es raro, es que que hay en su mirada una mirada de enamorado. No mira de la misma manera a la mujer a su lado.
Cada tanto se va de su trono, pero no puede alejarse mucho tiempo, debe ser la extraña a ella... o a ellos.
También cuando esta sentado adquiere una pose como arrabalera, altanera, como alguien que esta seguro de que lo aman, de que lo esperan.
Él cuida los autos en el parque Sarmiento
-dos pesitos, jefe.
Tiene su silla en la que se sienta todas las tardes, aunque sean las cinco y este nublado, él no se mueve de allí. Parece que le gusta sentarse a contemplar los autos.
Sí, se que es raro, es que que hay en su mirada una mirada de enamorado. No mira de la misma manera a la mujer a su lado.
Cada tanto se va de su trono, pero no puede alejarse mucho tiempo, debe ser la extraña a ella... o a ellos.
También cuando esta sentado adquiere una pose como arrabalera, altanera, como alguien que esta seguro de que lo aman, de que lo esperan.
Él cuida los autos en el parque Sarmiento
-dos pesitos, jefe.
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