Creo que a Gris le gustaba escribir en primera persona, era dueña de una pequeña libretita verde, a la que le faltaban unas cuantas hojas y en la que escribía un millón de cosas que no llevaban un hilo conductor. Al menos ella lo creía así.
La libreta era poseedora de media docena de partes de canciones que le gustaban; cuentas de la tarjeta de crédito; pequeños relatos de viaje que fueron escritos en un estilo entre diario personal y cuento. Si alguien echara una ojeada a aquellas hojitas, un poco maltratadas por el agua y el tiempo transcurrido, se dibujaría en su cara una expresión entre simpatía y rechazo a leerla completa. Ella contaba con eso, era la razón por la que la libreta andaba de aquí para allá pasando desapercibido.
Escribía cosas como…
Viajando en colectivo Cdba Rosario, escuchando Manu en vivo, que lindo. Ya estoy entrando a la ciudad, solo tengo expectativas a vivir todo de la manera mas positiva, siempre conociendo gente, viviendo experiencias
//Cuando tu te vas, te llevas mi sangre corriendo detrás//
La ciudad de la lluvia, desde que llegué no para de llover.
En Rosario lo pasé muy bien, me encontré con las chicas, salimos, estuvo bueno, aunque fueron solo unas horitas. Acá los conocí a Eze y Nati y son divinos …
Y así… no todo era interesante la verdad, pero de aquellos pequeños relatos un día descubrió que algunas partecitas de los mismos valían la pena, no porque fueran buenos o muy literarios, sino porque esas frases podían ser aplicadas a diferentes vivencias que tuvo a lo largo de su “gran cambio”, como lo llamaba ella, exagerando obviamente.
Fumamos marihuana. Como te cambia la percepción de las cosas; de los besos, los labios, la nariz, el cuello, la lengua
//Eu sou poeta é nao aprendí a amar//
Fue como una noche de película, como estar en París, con Oliveira. Yo parecía perfecta, como si estuviera hecha para vivir ese momento es un estado de perfección, creo que me miraba y me gustaba. Lo miraba a él y era perfecto también. Como si ese lugar estuviera esperando nuestra aparición. Solo que todo son momentos que solo son reales en esos instantes, después se esfuman y queda solo la realidad. En esa realidad viven esos seres que muestran su miseria y no son bellos
Y así es esto, la suma de momentos perfectos que después desaparecen, en los que se confunde la realidad y lo fantástico.
En ese lugar habitaban personajes, ellos habían salido de la mente de una escritora, vivían dentro de su propia realidad, iban y venían, comportándose extraño, extraño para los ojos de Gris, que los observaba y se veía dentro del cuento que estaba escribiendo. Hasta podía ponerse en perspectiva de lectora y veía toda la situación como si mirara de arriba, veía un libro y después unas hojas, imaginaba como un lector movía sus ojos de izquierda a derecha, devorando con sus ojos lo que para ella era la realidad.
Había un pasillo, con paredes color verde, estaban las habitaciones, muchas veces Gris pudo ver una situación que se repetía constantemente. En la puerta de las habitaciones se paraban ellos, a observar quienes estaban dentro, que pasaba… la mayor parte del tiempo solo miraban de lejos, rechazando invitaciones a pasar.
Pero esa noche fue diferente, como había sido tantas otras noches, solo que esta vez ella era testigo y participe al mismo tiempo. Ellos se unieron con la marihuana, el alcohol, el ventilador y la música, la música que los transportaba, escuchaban a Willy Crook and the funky torinos, aunque todos los discos estaban rayados
Esa habitación sin ventanas tenía algo, algo que la hacía sentir en otro mundo, se enamoró de ella, del jazz y del porro y de ese aire un poco enviciado, un aire que no la ahogaba, porque no deseaba más que vivir siempre ahí.
Ellos dos sabían algo que, aunque todos lo sabían no se sorprendían, pero ellos dos se miraban y decían con los ojos algo así como: -no puede ser que este pasando esto, ¡que seamos personajes de un cuento! –
Ella se sorprendía tanto de todo lo que pasaba porque se iría de ahí y después, una vez en Córdoba los convertiría en personajes de su cuento, y los que leerían el cuento creerían que era ficción. Pero cuando él lo leería sabría que todo lo relatado existió, es más, tal vez seguiría viviendo en la resi, porque nunca tuvo fuerzas para irse. En cambio ella podría volver siempre que quisiera, aunque le asaltaba una gran duda, tal vez la que les asalta a todos lo que vivian allí y por eso no se iban nunca más. Quería saber si todo seguiría siendo igual en su ausencia o si todo había sido parte de su percepción. ¿Estaría ese cuartito minúsculo, con una puerta que te llevaba a la otra dimensión?
También debía confesar que en un momento había llegado a creer que estaba en un psiquiátrico camuflado y que su amiga era una paciente… todavía no estaba segura de la verdad.
Él le dijo, si tengo que hablar de vos, debo decir que sos un poco egoísta. Ella sabía a lo que se refería y trató de explicarle. Siempre es así una chica la primera vez que está con un chico, es algo que pasa siempre, pero cuando salgo más veces él me conoce como realmente soy, dijo. Entonces él retrucó, si un chico tiene que elegir entre vos y una chica que es mas “gauchita” (ella odiaba esa palabra), elige a la otra, entonces ella sonriendo respondió, él se lo pierde. Tiene autoestima alta pensó y siguieron fumando.
Entonces "la autora" se sigue preguntando, es esto un cuento o una poesia?
No encuentra respuesta... este relato terminó muy abruptamente?
Espera algun tipo de respuesta tal vez...
me gustó mucho porque no sé si tiene mucho de poesia o mucho de cuento pero historias a montones. Tal vez deberias comprar otra libreta y seguir escribiendo respuestas escondidas para descubrirlas cuando llegue "ese" momento
ResponderEliminarsii, es muy loco esto, porque puedo escribir cosas que no encuentran su sentido, pero llega un momento culmine en el que digo, este es el momento de unir todos estos pedacitos
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