domingo, 26 de septiembre de 2010

te trajo el viento

Te ví con tus cositas hippies y tus bellas creaciones, que querías mostrarme.
Subímos el ascensor y te saqué una hojita que tenías en el pelo revoltoso, debe ser por la tormenta de Santa Rosa, pensé.
Es linda tu casa, dijiste.
Sentados uno frente al otro, había tanta distancia que quería salvar...
Retorcí tu pulsera y me retaste. Después te dí lastima y me la regalaste por la culpa de haberme hecho poner colorada.
Necesito una favor, te pedí y ahí entre Vevo Valdés y la música gitana tratabas de hacer una artesanía en mi pelo, tus manos cerca de mi espalda y yo que no sabía que hacer para que no te dieras cuenta de mis nervios.
El porro, la música, uno al lado del otro...
En ese momento me salió mi parte mas femenina (que se esconde) y no te miraba cuando te hablaba.
Cuando ellos llegaron se cortó algo. Y yo que te hacía señas con los ojos
Como una señal de urgencia.
Vamonos ya!
Qué hacemos, niña?

Lo que vos quieras, a donde vos quieras, no tengo ganas de pensar
Las miradas, la boca cerca del oído, dedos, labios, abrazos
Y al final.
La insoportable levedad del ser
Uf... que liviana estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario